top of page
Foto del escritorYhara Cuitiño

Cuando la duda nos paraliza

¿Es posible no tomar decisiones? Nos podemos engañar pensando que dejamos a la vida, a la fortuna, a la conspiración del universo las decisiones que nos cuestan. Pero si miramos de cerca, no decidir es ya una toma de decisión. 


Esta afirmación se parece mucho al primer enunciado de la pragmática de la comunicación: “es imposible no comunicar”. Es realmente imposible no decidir cuando somos adultos autónomos.¿ Por qué?, porque justamente el acto volitivo implica ya una toma intrínseca de postura. 


Estos últimos tiempos he estado escuchando mucho la frase “dejemos que fluya”, y mi sospecha es que esta frase es un refugio  ambiguo para no posicionarse ante lo que necesariamente implica una actitud de acercamiento o alejamiento. 

Dejemos que fluya ¿para qué?. ¿Para encontrarnos en una situación diferente a la que estamos hoy, en la que no pudimos direccionarnos y así seguir arrastrando el fluir hasta no ser los dueños de nuestra creación? 


¿Cuántas veces al día escuchamos este consejo posmoderno?. Los ríos fluyen, guiados por la gravedad, las corrientes, y todo un mundo de fuerzas invisibles que lo mueven. El río fluye sí, pero no va a la deriva. 


No me refiero a cuando sabemos la dirección de nuestra vida pero aún no conocemos los medios para llegar, ni me refiero a cuando reconociendo nuestros valores, dejamos que “la vida fluya”, porque nuestro valores son siempre el mejor GPS. También tiene mucho sentido decidir que la vida nos sorprenda, ir sin agenda, sin grandes proyectos!!! ese es un devenir azaroso, pero consciente. 


Lo complicado es cuando nos escondemos en el fluir porque somos incapaces de tomar una dirección. Porque no nos bancamos las consecuencias de decidir, cuando nos posee el miedo a equivocarnos o el monstruo de la incertidumbre.


No existe una vida que valga la pena ser vivida sin errores, sin la exposición sistemática a la vulnerabilidad. No existe dignidad en encontrar explicaciones lógicas a través de las cuales justificar la parálisis de la duda. Transitar la vida en coherencia con nuestros deseos no es una cuestión que podamos tomar a la ligera, alinearse con nuestro deseo implica un trabajo profundo de conciencia, de reconocimiento. Es necesario recurrir al coraje para enfrentar nuestra sombra, mirar esas partes "feas" que nos enseñaron a esconder, y por tanto es un camino que requiere de paciencia, sabiduría y autocompasión. Sin estos ingredientes nos convertimos simplemente en tercos.


Psi. Yhara Cuitiño

Psicóloga, Lic. en Filosofía, Coach PNL, Instructora de Yoga

Tel. 098840030

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page